<<Un mal día... no es una mala vida>>
Todos tenemos un mal día de vez en cuando; tal vez puedan pasar días, semanas y meses increíbles, o por ahí con algún pequeño altibajo pero que no puede ser considero "malo", porque sólo es cuestión de instantes y no de un día completo. Pero también existen esos días en que uno no para de decirse "No tendría que haberme levantado de la cama hoy".
Yo tengo de esos, y son horribles, porque no podemos encontrar ni siquiera un momento en que hayamos sonreído, un momento en el que podamos decir "no fue tan malo"; simplemente fue un mal día y no hay forma de cambiarlo. Y nos ponemos a pensar el por qué, por qué nos merecemos ese día terrible, hasta llegar incluso a empeorar toda la situación.
El verdadero asunto aquí es que no nos dejemos llevar por ese mal día, una vez que termina hay que relegarlo al pasado, sin vueltas, sin preguntas, sin ningún análisis del por qué paso, simplemente pasó y ya está. Al día siguiente nos despertamos algo cansados, tal vez tristes, pero es cuestión de sonreír antes de abandonar la cama para que el día anterior no nos acompañe en esta nueva mañana ni en las que vendrán...
Nadie entiende por qué pasan las cosas mientras están pasando, sólo se las entiende después de que suceden, pero no necesariamente veinticuatro horas después, tal vez haga falta que pasen varios días, semanas, meses y, por qué no, años para llegar a una conclusión, a un aprendizaje.
Aceptar la vida tal cual se nos presenta es una de las tareas más difíciles, pero la más vital si queremos sobrevivir en el camino que estamos recorriendo, tratando siempre de permanecer enteros. El cuestionarse las cosas es algo que todos tenemos incorporado en nuestra mente, pero no siempre es lo mejor que podemos hacer; descubrir cuáles son las cosas en las que debemos indagar y cuáles debemos dejar pasar sin más también es una cualidad que nos servirá para seguir adelante.
Si yo pienso hoy por qué tuve esos días horribles tengo una respuesta, esos días me dieron el tema, la inspiración si se quiere, para escribir está entrada y poder así trasmitirles lo que aprendí con mis experiencias.
Yo cumplí mi parte, ahora está en ustedes el decidir que harán cuando les toque un día malo...
Nadie entiende por qué pasan las cosas mientras están pasando, sólo se las entiende después de que suceden, pero no necesariamente veinticuatro horas después, tal vez haga falta que pasen varios días, semanas, meses y, por qué no, años para llegar a una conclusión, a un aprendizaje.
Aceptar la vida tal cual se nos presenta es una de las tareas más difíciles, pero la más vital si queremos sobrevivir en el camino que estamos recorriendo, tratando siempre de permanecer enteros. El cuestionarse las cosas es algo que todos tenemos incorporado en nuestra mente, pero no siempre es lo mejor que podemos hacer; descubrir cuáles son las cosas en las que debemos indagar y cuáles debemos dejar pasar sin más también es una cualidad que nos servirá para seguir adelante.
Si yo pienso hoy por qué tuve esos días horribles tengo una respuesta, esos días me dieron el tema, la inspiración si se quiere, para escribir está entrada y poder así trasmitirles lo que aprendí con mis experiencias.
Yo cumplí mi parte, ahora está en ustedes el decidir que harán cuando les toque un día malo...
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