Carta a un desconocido
Villa Carlos Paz, Córdoba, Argentina -Viernes 26 de Julio de 2013
Querido Desconocido:
Llevó días pensando que decirte y aún no lo sé con certeza, confío en que las palabras adecuadas surjan en el momento correcto; y, con esa esperanza comienzo mi carta.
Mis sentimientos están encontrados, te quiero en la misma medida que te odio; pero no odio lo que quiero de vos, ni quiero lo que odio. Lo que quiero está en mí, lo que odio está en vos. Quiero todo aquello que me haces sentir, todo aquello que despiertas en mí; pero odio todo aquello que no puedo tener de vos, todo aquello que me ocultas y guardas solo para ti.
Y, ahora, seguro te preguntas si quiero el odio que me inspiras y, aunque suene extraño, la respuesta es sí; porque si no te odiara, mi cariño no sería sincero, porque sólo se odia a aquel que se quiere y viceversa; porque el odio no es más que otro sentimiento; intenso, pasional, visceral, la cara contraria de la moneda del amor; y esa es la clave, forma parte de ella. Deberías preocuparte más si te fuera indiferente, porque siendo así no hubieras despertado ningún interés en mí, habrías pasado desapercibido y serías invisible...
A pesar de lo importante que es, entonces, el odio porque demuestra lo importante que sos para mí, no es lo que más quiero. Me gusta poder ser yo misma cuando estoy con vos, hablando con vos, aunque en cada momento sea alguien diferente; no te equivoques, no te estoy engañando, son todas las partes hay en mí y quiero que las conozcas; por eso aprovecho la situación y dejo libre a ese "yo" que despiertas para que lo veas, lo aceptes y lo quieras. Adoro poder sentirme libre a tu lado, libre para hacer, decir y ser lo me apetezca; no hay miedos, no hay dudas y, por lo tanto, confío...
Ese es mi más grande error. ¿Cómo voy a confiar en un desconocido? Porque eso es lo que eres. Porque la única que se siente libre soy yo. Porque vos no confías en mí y no puedo conocerte, no puedo aceptarte y no puede quererte... Y, aun así, te quiero, te quiero conocer, te quiero a mi lado, quiero que dejes de ser mi querido desconocido para pasar a ser mi amigo, mi "mucho más que amigos"...
Hay tantas contradicciones entre nosotros que termino ahogándome en ellas; porque aunque seas un desconocido no te desconozco completamente... El problema es que me he topado tantas veces con la misma muralla que ya no tengo fuerzas para seguir intentándolo; y aunque me cueste admitirlo, ya que es horrible, te digo que me rendí. Y no es porque no quiera seguir conociéndote, es porque vos no querés que te siga conociendo; me cansaron tus excusas, tus palabras vanas, tus silencios y tus secretos... Ya no los quiero, puedes quedártelos a todos, son tuyos como tanto lo deseaste.
Tal vez la culpa sea mía, puede que yo me haya equivocado, pero de lo que si estoy segura es de que nadie puede reprocharme que no lo haya intentado; luche, insistí y, sin embargo, no conseguí nada... ¿Tanto te costaba confiar en mí? Realmente, ¿tanto valen tus secretos? Espero que cuando descubras las respuestas no sea demasiado tarde; todavía no lo es.
No lo olvides, son las cosas no dichas las que nos separan. Eso, y la posibilidad de que quieras a alguien más.
Con cariño...
Con cariño...
Flor
P/d: Siempre te pregunté por tus pensamientos para poder desentrañar algunos de los misterios que eras y sos para mí; pero para conocerte, para conocerte de verdad, tengo que preguntarte qué es lo que amas. Me hubiese gustado que llegue un día en que la respuesta a esa pregunta sea mi nombre...
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