30 de septiembre de 2012

El tren de la vida


El tren de la vida

La vida se asemeja a un viaje en tren. Con sus estaciones y cambios de vía, algunos accidentes, sorpresas agradables en algunos casos, y profundas tristezas en otros...

Al nacer, nos subimos al tren y nos encontramos con nuestros padres, creemos que siempre viajarán a nuestro lado... Pero en alguna estación ellos se bajarán dejándonos seguir el viaje, de pronto nos encontramos sin su compañía y su amor irreemplazable...

No obstante, muchas otras personas que nos serán muy especiales y significativas, se irán subiendo al tren de nuestra vida... Nuestros hermanos, amigos y en algún momento, el amor de nuestra vida...
Algunos tomarán el tren, para realizar un simple paseo... Otros durante su viaje pasarán por momentos de oscuridad y tristeza... Y siempre encontraremos quienes estén dispuestos a ayudar a los más necesitados...
Muchos al bajar, dejan un vacío permanente... otros pasan tan desapercibidos que ni siquiera nos damos cuenta que desocuparon sus asientos...

Es curioso ver como algunos pasajeros, aún los seres queridos, se acomodan en coches distintos al nuestro... Durante todo el trayecto están separados, sin que exista ninguna comunicación...
Pero en realidad, nada nos impide que nos acerquemos a ellos si existe buena voluntad de nuestra parte... De lo contrario, puede ser tarde y encontraremos a otra persona en su lugar...

El viaje continúa, lleno de desafíos, sueños, fantasías, alegrías, tristezas, esperas y despedidas...

Tratemos de tener una buena relación con todos los pasajeros, buscando en cada uno, lo mejor que tengan para ofrecer. En algún momento del trayecto, ellos podrán titubear y probablemente necesitaremos entenderlos... pero recordemos que nosotros también, muchas veces, titubeamos y necesitamos a alguien que nos comprenda.

El gran misterio para todos, es que no sabremos jamás en qué estación nos tocará bajar. Como tampoco dónde bajarán nuestros compañeros de viaje, ni siquiera el que está sentado a nuestro lado.

A veces pienso en el momento en el que me toque bajar del tren. ¿Sentiré nostalgia, temor, alegría, angustia...? Separarme de los amigos que hice en el viaje, será doloroso y dejar que mis hijos sigan solos, será muy triste. Pero me aferro a la esperanza de que en algún momento, tendré la gran emoción de verlos llegar a la estación principal con un equipaje que no tenían cuando iniciaron el viaje.


Lo que me hará feliz, será pensar que colaboré para que ellos crecieran y permanecieran en este tren hasta la estación final.

Amigos... hagamos que nuestro viaje en este tren tenga significado, que haya valido la pena.

<< Vivamos de manera que cuando llegue el momento de desembarcar, nuestro asiento vacío, deje lindos recuerdos a los que continúan viajando en el Tren de la Vida >>

¡¡¡FELIZ VIAJE!!!




25 de septiembre de 2012

Cuando alguien te ama

Cuando alguien te ama

Cuando alguien te ama, también es paciente contigo.

Cuando alguien te ama, toma las circunstancias de tu vida y las usa de una forma constructiva para tu crecimiento.

Cuando alguien te ama, está de tu parte; quiere verte madurar y desarrollarte en el amor.

Cuando alguien te ama, no derrama su ira contigo por todos los "errores" que cometes, aunque sean muchos.

Cuando alguien te ama, sufre profundamente cuando ve que te desvías del camino, pero espera confiadamente hasta que puede orientarte a que sigas la senda correcta.

Cuando alguien te ama, sigue confiando en ti cuando ni siquiera tú confías en ti mismo.

Cuando alguien te ama, nunca te dice que eres un caso perdido; más bien trabaja pacientemente contigo y te corrige de tal manera que es posible que te cueste entender la profundidad del cuidado que tiene por ti.

Cuando alguien te ama, nunca te abandona aunque muchos de tus amigos lo hagan.

Cuando alguien te ama, se queda a tu lado cuando llegas al fondo de la desesperación y se pone en evidencia lo que realmente eres. Pero no te juzga, sino que te sigue viendo como una persona hermosa, digna y llena de valor y significado.



Yo conozco esté tipo de amor y es lo que más agradezco en mi vida. ¿Ustedes tienen la suerte de conocer a alguien que los ame de está manera tan altruista y desinteresa? 
Abran los ojos del corazón y miren a su alrededor, cuando encuentren a esa persona no permitan que se vaya nunca de su vida.
Pero, tal vez, lo más importante que deberíamos preguntarnos es: ¿nosotros somos capaces de dar esté tipo de amor?
Si ya lo hacen, mis felicitaciones por brindar tanta pureza; sino no es así, deben preguntarse a sí mismos si no hay alguien que forme parte de su vida que merezca este amor incondicional y empiecen a demostrarlo.


17 de septiembre de 2012

Los tres leones

Los tres leones

"En la selva convivían tres leones. Un día el mono, el representante electo por los animales, convocó a una reunión para pedirles una toma de decisión: 'Todos nosotros sabemos que el león es el rey de los animales, pero tenemos una gran duda, en la selva existen tres leones y los tres son muy fuertes. ¿A cuál de ellos debemos rendir obediencia? ¿Cuál de ellos deberá ser nuestro Rey?'

Los leones supieron de la reunión y comentaron entre si: 'Es verdad, la preocupación de los animales tiene mucho sentido. Una selva no puede tener tres reyes.'

'Luchas entre nosotros no tiene sentido, ya que somos grandes amigos... Necesitamos saber cuál será el elegido, pero ¿cómo hacerlo?'

Otra vez los animales se reunieron y después de mucho deliberar, llegaron a una decisión y se la comunicaron a los tres leones: 'Encontramos una solución muy simple para el problema, y decidimos que los tres van a escalar la montaña. El que llegue primero a la cima será consagrado nuestro Rey.'


La montaña era de difícil acceso y era la más alta de toda la selva. El desafío fue aceptado y todos los animales se reunieron para asistir al gran espectáculo.

El primer león intentó escalar y no pudo llegar. El segundo empezó con todas sus fuerzas, pero también fracasó. El tercer león tampoco lo pudo conseguir.

Los animales estaban impacientes y  curiosos; si los tres leones no pudieron cumplir con la misión, ¿cómo elegirían un rey? En ese momento, un águila intervino en la reunión, era reconocida por todos los animales por su gran sabiduría, y pidió hablar: '¡Yo sé quien debe ser el rey!'

Todos los animales hicieron silencio y la miraron con gran expectativa. '¿Quién?' Preguntaron todos.

- Es simple - dijo el águila -. Yo estaba volando cerca de ellos cuando volvían derrotados de se escalada por la montaña y escuché lo que cada uno dijo.

'El primer león dijo: - ¡montaña, me has vencido!'
'El segundo león dijo: - ¡montaña, me has vencido!'
'El ter león dijo: - ¡montaña, me has vencido, por ahora...! Porque tú ya llegaste a tu tamaño final, pero yo todavía estoy creciendo.'

- La diferencia - completó el águila -, es que el tercer león tuvo una actitud de vencedor, se sintió en ese momento derrotado pero no desistió y quien piensa así, está preparado para  ser rey de los demás.

Los animales aplaudieron entusiasmados al tercer león que fue coronado El Rey de los animales."


Cuando creas que tus dificultades, se encuentran en la cúspide de la montaña, no te des por vencido ya que no se moverán de ese lugar, pídele a Dios que te de las fuerzas para llegar a ellos y así, de esa manera, podrás vencer todo aquello que te impida ser feliz.

Tú todavía estás creciendo y eres más grande que todos tus problemas juntos. Todavía no llegaste al límite de tu potencial y de tu excelencia.

<< No digas a Dios que tienes un gran problema, dile al problema que tienes un gran Dios. >>


Nunca te des por vencido, sigue intentando aquello que te habías propuesto si de verdad quieres conseguirlo.
No tiene mucha importancia el tamaño de las dificultades o situaciones que tengas. Tus problemas, por lo menos la mayor parte de las veces, ya llegaron al nivel máximo, pero tú no, y sos el único con poder para determinar el límite de tus capacidades.

9 de septiembre de 2012

Pequeños detalles

Pequeños detalles

"Un estudiante de pintura, había terminado su primer cuadro. Llamó a su maestro para que lo evaluara. Se acercó el maestro y observó la obra con detenimiento y concentración durante unos minutos. Entonces, le pidió al alumno la paleta y los pinceles, con gran destreza dio unos cuantos trazos y cuando el maestro le devolvió la pintura al alumno, este notó que el cuadro había cambiado notablemente.
El alumno quedó asombrado; ante sus propios ojos la obra había pasado de mediocre a sublime. Casi con reverencia le dijo al maestro:
- ¿Cómo es posible que con unos cuantos toques, simples detalles, haya cambiado tanto el cuadro?
- << Es que en esos pequeños detalles está el arte >> - contestó el maestro."

Si lo vemos despacio, nos daremos cuenta que todo en la vida son detalles. Los grandes acontecimientos nos deslumbran tanto que a veces nos impiden ver esos pequeños milagros que nos rodean cada día. Un ave que canta, una flor que se abre, el beso de un niño, son pequeños detalles que si los guardamos en nuestro corazón, pueden hacer diferente nuestra existencia.

Todas nuestras relaciones, de familia o amistad, se basan en detalles. Nadie espera que nades en un mar infectado de tiburones, aunque sí espera que lo llames el día de su cumpleaños.

Nadie te pedirá que escales el Monte Everest para probar tu destreza, pero sí que lo visites durante unos minutos cuando sabes que está enfermo.

Hay quienes se pasan el tiempo esperando una oportunidad para demostrar de forma heroica su amor por alguien. Lo triste es que mientras esperan esa gran ocasión dejan  pasar muchos pequeños detalles.

Se piensa a veces que la felicidad es como la lotería, un suceso milagroso que de la noche a la mañana cambiará una vida miserable por una llena de dicha, pero en realidad la felicidad se basa en pequeños detalles que sazonan día a día nuestra existencia.

Nos dejamos engañar con demasiada facilidad por la aparente simpleza. No desestimes jamás el poder de las pequeñas cosas: una flor, una carta, una palmada en el hombro, una palabra de aliento o unas cuantas líneas en una tarjeta. Pueden parecerte poca cosa, pero en los momentos de mayor dicha o de mayor dolor se convierten en el cemento que une los ladrillos de esa construcción que llamamos relación.

La flor se marchitará, las palabras quizás no sean importantes en un primer momento, pero el recuerdo de ambas permanecerá durante mucho tiempo en la mente y el corazón de quien las recibió.

¿Qué esperas entonces? Escribe esa carta, haz esa visita, levanta el teléfono. Hazlo ahora, mientras tengas la oportunidad. No lo dejes para después.


"El verdadero valor está en aquellas cosas que se hicieron y no en las que quedaron en buenas intenciones."