31 de julio de 2013

Relato nº 12: "Mariposas"



Mariposas

A pesar de los años,
tus recuerdos todavía
provocaban mariposas
en mi panza...
Y en un instante,
sin saber por qué,
el destino cruzó
nuevamente
nuestras miradas.
Bastó sólo eso
para que el recuerdo
se volviera presente
y las mariposas volvieran
para quedarse,
indefinidamente.




El anterior relato me pertenece completamente (propiedad intelectual), 
por lo que su reproducción está prohibida sin mi consentimiento.




28 de julio de 2013

Carta a un desconocido II


Carta a un desconocido II

Villa Carlos Paz, Córdoba, Argentina - Domingo 28 de Julio de 2013


Querido desconocido:
                                 La primera carta era una promesa que no quería dejar de cumplir, ésta corre por cuenta mía porque me quedaron cosas por decirte y no estoy segura de que quieras hablar conmigo; así que, elegí otra vez este lugar para que sea mi testigo. Espero que lo que mejor hago me siga brindando la posibilidad de comunicarme, aunque nunca obtenga una respuesta, contigo.
                                 Nunca me engañe sobre lo que eramos porque hace falta mucho más para ser lo que vos crees que yo imaginaba que teníamos. Cuando te dije "ni lo quiero" me refiero a un ahora, y tal vez al futuro, no lo sé; el problema en esto es que no puedo estar con alguien a quien no conozco; y si al conocerte veo cosas que no me gustan en vos supongo que tampoco lo querré, pero, en realidad, no lo voy a saber hasta que llegue ese momento; y ese momento no llegará mientras no me dejes traspasar el muro que creaste a tu alrededor.
                                 Es imposible que dos personas piensen exactamente igual y tratar de convencer a alguien para que cambie su forma de ser es una crueldad que yo no pienso cometer. Por eso, no necesito que veas las cosas de la misma manera en que las veo yo, pero si que las respetes como yo trato de respetar tus puntos de vista. A decir verdad, sólo me interesa que pensemos igual en un tema en particular, pero aún estamos lejos de conseguirlo.
                                 Un detalle que ya deberías haber notado es que mis frases y respuestas rara vez son completamente literales, sé que eso puede confundir, pero antes de enojarte tendrías que tratar de entender que estoy diciendo. Últimamente, lo único que hacíamos era pelear, esa era la razón por la que prefería no hablar con vos; no estoy insinuando que toda la culpa es tuya, soy "calentona" no lo olvides. Y para estar bien, realmente necesito estar bien con la gente que me rodea y estar peleada o enojada con vos no es bueno para mí; perdón, eso te hace una parte importante en mi vida, aunque no lo quieras, aunque ya no estés. El que no lo entendieras me hizo decir cosas que no pienso, perdón por eso también.
                                 "Con vos no voy a obtener nada" si no estas dispuesto a darme algo y no puede esperar eternamente a que confíes en mí; si obtengo algo quiero que sea porque me lo entregas libremente, no porque esté presionándote para hacerlo. Lo de perder el tiempo fue cruel, lo sé; pero si no te importo, si no te importa compartir nada conmigo ¿por qué me dejas esperando? Se sincero, y si no tenes nada que ofrecerme dejame ir... yo buscaré mi camino.
                                 Me alegró saber que habías leído tu carta, el comentario desafortunado fue mío; me gustaría no tener que cuidar tanto lo que digo, después de todo, eso me quitaría parte de la libertad que siento cuando estoy con vos, hablando con vos.
                                 A pesar de todo, sigo confiando.
                                 Con cariño...

Flor                 

P/d: No puedo decir adiós, eso lo haría definitivo.        



26 de julio de 2013

Carta a un desconocido


Carta a un desconocido


Villa Carlos Paz, Córdoba, Argentina -Viernes 26 de Julio de 2013



Querido Desconocido:
                                 Llevó días pensando que decirte y aún no lo sé con certeza, confío en que las palabras adecuadas surjan en el momento correcto; y, con esa esperanza comienzo mi carta.
                                 Mis sentimientos están encontrados, te quiero en la misma medida que te odio; pero no odio lo que quiero de vos, ni quiero lo que odio. Lo que quiero está en mí, lo que odio está en vos. Quiero todo aquello que me haces sentir, todo aquello que despiertas en mí; pero odio todo aquello que no puedo tener de vos, todo aquello que me ocultas y guardas solo para ti.
                                 Y, ahora, seguro te preguntas si quiero el odio que me inspiras y, aunque suene extraño, la respuesta es sí; porque si no te odiara, mi cariño no sería sincero, porque sólo se odia a aquel que se quiere y viceversa; porque el odio no es más que otro sentimiento; intenso, pasional, visceral, la cara contraria de la moneda del amor; y esa es la clave, forma parte de ella. Deberías preocuparte más si te fuera indiferente, porque siendo así no hubieras despertado ningún interés en mí, habrías pasado desapercibido y serías invisible... 
                                 A pesar de lo importante que es, entonces, el odio porque demuestra lo importante que sos para mí, no es lo que más quiero. Me gusta poder ser yo misma cuando estoy con vos, hablando con vos, aunque en cada momento sea alguien diferente; no te equivoques, no te estoy engañando, son todas las partes hay en mí y quiero que las conozcas; por eso aprovecho la situación y dejo libre a ese "yo" que despiertas para que lo veas, lo aceptes y lo quieras. Adoro poder sentirme libre a tu lado, libre para hacer, decir y ser lo me apetezca; no hay miedos, no hay dudas y, por lo tanto, confío...
                                 Ese es mi más grande error. ¿Cómo voy a confiar en un desconocido? Porque eso es lo que eres. Porque la única que se siente libre soy yo. Porque vos no confías en mí y no puedo conocerte, no puedo aceptarte y no puede quererte... Y, aun así, te quiero, te quiero conocer, te quiero a mi lado, quiero que dejes de ser mi querido desconocido para pasar a ser mi amigo, mi "mucho más que amigos"...
                                 Hay tantas contradicciones entre nosotros que termino ahogándome en ellas; porque aunque seas un desconocido no te desconozco completamente... El problema es que me he topado tantas veces con la misma muralla que ya no tengo fuerzas para seguir intentándolo; y aunque me cueste admitirlo, ya que es horrible, te digo que me rendí. Y no es porque no quiera seguir conociéndote, es porque vos no querés que te siga conociendo; me cansaron tus excusas, tus palabras vanas, tus silencios y tus secretos... Ya no los quiero, puedes quedártelos a todos, son tuyos como tanto lo deseaste.
                                 Tal vez la culpa sea mía, puede que yo me haya equivocado, pero de lo que si estoy segura es de que nadie puede reprocharme que no lo haya intentado; luche, insistí y, sin embargo, no conseguí nada... ¿Tanto te costaba confiar en mí? Realmente, ¿tanto valen tus secretos? Espero que cuando descubras las respuestas no sea demasiado tarde; todavía no lo es.
                                 No lo olvides, son las cosas no dichas las que nos separan. Eso, y la posibilidad de que quieras a alguien más.
                                 Con cariño...

Flor              

P/d: Siempre te pregunté por tus pensamientos para poder desentrañar algunos de los misterios que eras y sos para mí; pero para conocerte, para conocerte de verdad, tengo que preguntarte qué es lo que amas. Me hubiese gustado que llegue un día en que la respuesta a esa pregunta sea mi nombre...



22 de julio de 2013

Relato nº 11: "Castillo"


Castillo

Muchas princesas prefieren construir sus castillos en piedra,
porque eso los hace más duraderos.
Otras los hacen de arena,
granitos que son hechos,
pero que ante un pensamiento
pueden desmoronarse
como el castillo que es barrido por el agua
o destruido por la mano de un niño.
Mi castillo esta formado por nubes de sueños y palabras,
muchas palabras...
Palabras dulces, palabras que envuelven promesas,
palabras que me llenan de esperanza;
palabras que son tus pensamientos,
que pasan por tu boca, rozan tu lengua
y acarician tus labios.
Palabras que se deslizan por mis oídos
y terminan anidando en mi pecho.
Palabras que hablan de amor y cariño,
los únicos cimientos que quiero para mi castillo.






El anterior relato me pertenece completamente (propiedad intelectual), 
por lo que su reproducción está prohibida sin mi consentimiento.