20 de febrero de 2013

Relato nº 1: "Ella"

               Ella

Ella esperaba, pacientemente al principio,
mientras las ansias se adueñaban de mi mente,
el momento en que vinieras a visitarla.

Se estremecía con sólo verte en la distancia,
caminando hacía ella.
Tantos metros los separan y ya causabas ese efecto;
no tienes idea de lo que tu cercanía
provocaba en mis nervios.

Una mirada, tu sonrisa.
Y ya podías reclamarla, era tuya.
Pero no lo hiciste. No la quisiste.
La dejaste allí, tirada,
mientras el amor que por ti sentía la mataba.

Ahora camino sin ella,
en los días grises y en las noches frías
de tu ausencia.

Mi cuerpo anda con el Alma vacía.
Porque ella está perdida.




El anterior relato me pertenece completamente (propiedad intelectual), 
así que su reproducción está prohibida sin mi consentimiento.

15 de febrero de 2013

Morir - de amor, de tristeza -


Morir - de amor, de tristeza -



Seguramente todos escucharon la frase, con diferentes formas y en diferentes contexto, "nadie se muere de amor"; o incluso esa que dice "estar triste no es la muerte de nadie"... Pues, yo no opino igual.

Las personas no somos aquello que hacemos, no es eso lo que nos define y nos identifica; no podemos encasillar a una persona por su trabajo o profesión, incluso las actitudes no nos definen siempre, porque no todos actuamos de acuerdo a lo que pensamos; y ese es otro gran error, pero que no tiene nada que ver con el tema de hoy, o tal vez si, no lo sé, pero no voy a adentrarme en ese camino.
En fin, en mi opinión -humilde, equivocada, mía- lo que nos marca, lo que nos separa del resto es aquello que amamos y la forma en la que amamos.
Entonces, si lo que amamos nos define, si amamos a alguien en particular y ese amor se termina, una parte de nosotros muere con ese amor; lo que me lleva a afirmar que esa parte, ese pequeño pedazo de nuestro corazón, alma y mente que estaba dedicado a amar ese detalle de la vida, muere y está muriendo por amor, o por la falta de él; que es lo mismo y, al mismo tiempo, es todo lo contrario.

No saben cuanto me está costando escribir está entrada, de hecho llevo una semana dándole vueltas al asunto, tal vez porque en este mismo momento una parte de mi está muriendo, una parte que se había hecho ilusiones, que tenía esperanzas, que había empezado a enamorarse, a amar a una persona que termino por convertirse en una completa desilusión.

Tal vez sea su culpa, o tal vez la mía; siempre digo que mi mayor virtud es también mi peor defecto, y es la imaginación. La he dejado libre, la he dejado volar, demasiado rápido, demasiado alto; y se puso fuera de mi alcance, dejándome sola en la realidad, que no era ni la mitad de especial de lo que había llegado a soñar.




Y es en este punto donde entra la tristeza; perder algo que teníamos es doloroso, pero perder algo que deseábamos tener, que casi habíamos conseguido, resulta más doloroso aún porque no hemos tenido la oportunidad de disfrutarlo siquiera. La tristeza se va colando poco a poco en nuestros días, primero le hacemos frente, tratamos de ignorarla, de evitarla, pensando que todavía hay posibilidades de recuperar lo que no pudimos tener; pero llega un momento en que nada de eso sirve y nos toma prisioneros.
El dolor, la apatía, la indiferencia, todo ello fruto de la misma tristeza, van apareciendo con el pasar de los días. Hasta que toman posesión de la mente, el corazón y el alma. Y así, sin más, hemos muerto de tristeza. Porque una parte de nosotros no va ser lo que era. Podemos, con el tiempo, volver a sonreír, volver a amar, volver a vivir, pero no seremos aquellos que eramos antes de la posesión, no, habremos cambiado, crecido, madurado, aceptado y aprendido una lección. 
Volveremos a la vida con más experiencia, más preparados, diferentes, y en cierta forma, nuevos. Dejando atrás un pasado que no se puede cambiar, sólo llevando con nosotros aquello que nos permitirá sobrevivir en las situaciones que vendrán.


Lo que parecía en principio una locura termina teniendo sentido. Nacemos y morimos miles de veces durante una sola vida - y, encima, hay personas que piensan en la eternidad, ¿será que no les alcanza con sufrir tantos cambios y transformaciones? -. Recuerden que todo es un ciclo, un circulo cerrado donde todo comienza y termina una y otra y otra vez; hasta que hemos aprendido todas nuestras lecciones, hasta que hemos dado el máximo de nosotros y merezcamos la tan ansiada paz.

Y si mis palabras no los han convencido, seguro que conocen ese dicho que habla de un hombre que visita dos veces en su vida el mismo río; sin embargo, ni el hombre ni el río son los mismos. 
El hombre ha vivido muchos años entre ambas visitas con todo lo que vivir conlleva, y a pesar de que físicamente sigue siendo el mismo, sigue llevando el mismo nombre, su espíritu, su alma, ha cambiado. En cuanto al río, hace tiempo que las aguas que el hombre viera por primera vez dejaron ese paraje, corrieron hasta llegar al mar, y del mar al océano, para transformarse en vapor, viajar por las nubes y volver a la tierra en forma de gotas de lluvia; por lo cual, el río tampoco sigue siendo el mismo, ha cambiado.
Ambos cumplieron su ciclo. Nacieron y murieron en cada recodo del camino que tuvieron que atravesar.



En esto momento puede sonar trágico o dramático, pero déjense morir de vez en cuando, no rechacen las lecciones de la vida; mueran, hagan el duelo, y vuelvan a nacer, que el circulo de la vida no los dejara irse hasta que hayan cumplido su misión en la tierra.


¡Hasta que volvamos a encontrarnos!
Saludos



1 de febrero de 2013

Regreso


¡Hola a todos! Lamento haber desaparecido todo un mes, pero necesitaba un descanso, unas vacaciones, para hacer un balance del año que se fue y "organizar" el que acaba de empezar.
"Organizar" entre comillas porque entendí que los planes no siempre son buenos; hay que plantearse metas y caminos, pero a veces es mejor dejar que la vida nos sorprenda. Y esa es una de las más valiosas enseñanzas que me dejo el 2012.

Solía ser de esas personas que lo controlan todo, que siguen un plan establecido de antemano y que le temen a lo imprevisto; y me encontré descubriendo que la vida es impredecible y que se pueden crear planes pero también hay que dejar un lugar a la improvisación, porque será en los momentos no planeados, en situaciones que escapan a nuestro control, donde demostraremos lo que somos capaces de lograr y conseguir.

En adaptarnos reside nuestra mayor fortaleza. Aceptar lo que no podemos cambiar y trabajar en aquello que podemos mejorar. Siempre luchando, siempre en movimiento, nunca rendirse, seguir adelante a pesar de las dificultades; aprender a limpiarse las rodillas después de una caída, mirar el cielo y volver a levantarse para no dejar de caminar...

Hay una frase que me encanta que dice "Si puedes soñarlo puedes hacerlo", así que vamos a aplicarlo más en la vida, creemos nuestras oportunidades, no esperemos a que aparezcan de la nada, busquemos nuestro destino y no dejemos que nadie, absolutamente nadie, decida por nosotros lo que queremos, y vamos a, ser.

Me he pasado la mitad del año anterior publicando textos de cambio y felicidad, es hora de que dejen de ser sólo palabras y se transformen en realidad. Yo empece mi año poniendo en práctica mis propios consejos, y me esta yendo de maravilla, espero que por lo menos a uno de ustedes les hayan servido como me sirvieron a mi.

Entonces llegó el momento de hacer su balance, ¿consiguieron todas las metas que se habían propuesto para el 2012? ¿Si, no, por qué? ¿Hicieron algo que desearían cambiar? ¿Se puede o no? Si podes arreglar el error, ¿qué estás esperando para ponerte en marcha? Deja lo bueno, desecha lo malo; la memoria es algo que no podemos controlar pero siempre podemos decir no quiero recordar esto o aquello, y la conciencia sólo lo traerá a colación si es necesario. Tratemos de no repetir dos veces la misma equivocación para que la vida no tenga que volver a enfrentarnos, otra vez, a una lección que puede ser dolorosa.

Ya tienes el balance del 2012, ahora haz una lista con las metas que esperas cumplir en este nuevo año. Haz planes, pero no olvides dejar lugar a la imaginación. A veces los mejores recuerdos son los que se producen de una situación que nunca planeamos. 
Sonríe todas las mañanas al despertar, no sabes quien puede estar esperando recibir una sonrisa tuya. Llora cuando sea necesario, luego limpia tu rostro y vuelve a sonreír, aquellos que deseaban tu llanto se sentirán desilusionados, y las personas que te quieren sonreirán contigo; todo tiene solución y si no la tiene no vale la pena preocuparse por ello. Camina, siempre camina, hacía adelante; el pasado no se puede cambiar y el presente es lo único que tenemos. Si te tropiezas, levántate, respira hondo y no pierdas el coraje y la valentía, si te tropezaste quiere decir que estás yendo hacía alguna parte y eso es bueno.


Por último, ¡GRACIAS!, gracias por leerme y por crecer conmigo. Este blog forma parte de uno de mis sueños y sigo aquí, cumpliendolo.
¡Hasta la próxima!