28 de agosto de 2012

El cambio empieza por uno mismo

Hace semanas que vengo pensando en esta idea, pero ayer mi tía dijo algo que me marcó y quiero compartir con ustedes.


"Si buscas la paz mundial, primero debes estar en paz contigo mismo y con las personas que te rodean, luego conseguirás paz en el pequeño mundo en el que te toco vivir." 

Siguiendo esta frase, encontré un pequeño texto que habla sobre el tema, sanar al hombre para sanar al mundo.

Rompecabezas

Un científico, vivía con preocupación todos los problemas del mundo. Estaba decidido a encontrar por todos los medios una solución. Pasaba días en su laboratorio, en busca de respuestas.
Cierto día, su hijo de 7 años, invadió su lugar de trabajo, dispuesto a ayudarlo a encontrar esa ansiada solución. El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lugar. Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiera distraer su atención.

Encontró una revista donde había un mapa del mundo, ¡justo lo que necesitaba! Con una tijera, recortó el mapa en varios pedazos y se los entregó al niño con un rollo de cinta, diciendo:
- Hijo, como te gustan tanto los rompecabezas, te voy a dar el mundo en pequeños pedazos, para que lo repares.

El científico pensaba, quizás demore meses, quizás nunca lo logre, por lo menos, me dejará tranquilo por un tiempo; pero no fue así. Pasada algunas horas, escuchó la voz del niño:
- Papá, papá, ya hice todo, conseguí terminarlo.

Al principio, el padre no dio crédito a las palabras del niño. ¡No puede ser, es imposible que a su edad, haya conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes! Levantó la vista de sus anotaciones, con la certeza de que vería un trabajo digno de un niño. Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares. ¿Cómo era posible? ¿Cómo había sido capaz?

- Hijito, tú no sabías como es el mundo, ¿Cómo lograste armarlo?
-Papá, yo no sabía como era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi del otro lado la figura de un hombre. Así que le di la vuelta a los recortes y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía como era. Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta la hoja y me di cuenta que había arreglado el mundo.


"Si yo cambiara, cambiaría el mundo"

Gabriel García Márquez




Una vez analizado el texto, creo que queda claro que no podemos cambiar al mundo si no cambiamos nosotros mismos y las personas con las que lo compartimos.

¡Hasta la próxima!



No hay comentarios:

Publicar un comentario